Una marca país se construye de “abajo a arriba” y debe
promoverse de “arriba abajo”. Es decir debe haber un “ejército” de
constructores (empresas y marcas haciendo las cosas bien) y un general que las coordine,
ponga en sintonía, les de coherencia y consistencia y se encargue de
integrarlas en una “marca corporativa”.
Gracias a la crisis, mejor dicho “catástrofe”, que hemos
vivido el “ejército” ha aumentado notablemente en número y en audacia y,
también, en arrojo. Se nota claramente en la mejora de las exportaciones
españolas y en la cantidad de emprendedores que van a buscar negocios allí
donde estén, aunque sea incómodo. Como dice un refrán italiano “una corda a l collo incremeta la cacitá de
concentracione”. Sin ninguna duda las PYMES españolas tienen un
protagonismo notable en esta mejora. Ahora hay que lograr coordinarlas,
ponerlas en sintonía y darles coherencia
y consistencia. Hay que lograr que la apertura de nuevos mercados sea
permanente y sostenible. Hay que crear valor a largo plazo.
Ellas son las que tienen que construir una imagen clara,
diferencial y positiva de España en la mente de compradores y prescriptores de
otros países. Trabajan de “abajo a arriba”.
Pero ahora es cuando más falta nos hace un “CEO” un
“Director de Orquesta” que se ocupe de que esa imagen sea “una” y “muy
atractiva”. Que se transforme en un “ser ideal” (un “constructo”, según la
filosofía de la ciencia), una “Marca”, o sea “Marca España”.
Lo digo desde hace años, esta labor de “CEO” no es de
gobierno, tiene que ser de Estado. Y, en España, el Estado está representado por la Casa Real. Favor, aquí
dejar de lado simpatías o antipatías personales, susceptibilidades o
suspicacias; es lo que hay, es lo que tenemos. Y a nivel internacional,
comparando con otras Casas Reales, la nuestra tiene muy buena imagen.
¡Usémosla! Como decía J.P. Morgan hablando de su banco “Aquí hacemos negocios con cualquiera, solo navegamos con caballeros”. Pues bien, se trata de hacer negocios, no de navegar…
¡Usémosla! Como decía J.P. Morgan hablando de su banco “Aquí hacemos negocios con cualquiera, solo navegamos con caballeros”. Pues bien, se trata de hacer negocios, no de navegar…
El Rey Juan Carlos ha cumplido la labor de “Rey para la
transición”, ahora necesitamos un nuevo perfil. Un “Rey para la internacionalización”. Un JASP (Joven
aunque sobradamente preparado). El Príncipe parece serlo y es lo mejor que
tenemos. Ya ha demostrado que lo hace bien (Presentación al Comité Olímpico,
visita de estos días a Silicon Valley, etc.)
¡Démosle la oportunidad!
¡Démosle la oportunidad!
No hay que jubilar a nadie. Como en las grandes
corporaciones, con la edad los que las han gestionado bien pasan a ser
“Chairman” y dan la oportunidad a un “CEO” con el que comparten
responsabilidades, incluso manteniendo cada uno las suyas.
Por tanto parece posible, ¿porqué no lo intentamos?