¡Que gran noticia!
¡Enhorabuena a la revista Elle! El primer número del 2009 se titula “ESPAÑA UNA BUENA MARCA” y la dedica a los famosos que contribuyen a llevarnos “tan lejos, tan arriba, hasta lo más alto de nuestro orgullo y por contagiarnos al resto de los españoles” (SIC).
La revista reapsa a 44 nombres de nuestra élite social y cultural, desde Antonio Banderas a Soraya Sáez de Santamaría, pasando por Ainoa Arteta, Iker Casillas, Pau Gasol, Rafa Nadal, Montserrat Caballé, Alberto Contador, Luís Rojas Marcos. Hay que decir que se les han olvidado algunos, Fernando Alonso ó Placido Domingo ó Raúl; mucho más famosos que varios de los mencionados.
También se podría decir que la opinión de alguien relacionado con lo económico y/o empresarial hubiera venido bien para darle un enfoque más pragmático. La fama de estas personas además de “llenarnos de orgullo” debería contribuir a mejorar el aprecio global de “lo Español”, incluyendo producto y servicios.
Sin duda la sociedad civil, es decir los ciudadanos, es uno de los agentes más importantes de la marca país. Desde los más renombrados a los anónimos, todos y cada uno de los nacidos o no aquí, que habitamos en este maravilloso país.
Llevo años diciéndolo y sigo convenido, la gente es nuestro atributo más diferenciador. Tendríamos que utilizarlo como el concepto de posicionamiento estratégico. Lo dicen los estudios que se han publicado, los españoles somos los mejor percibidos en todo lo relacionado con inteligencia emocional. Somos los más afectuosos, simpáticos, generosos, apasionados (tal vez esto nos lo disputen los italianos), imaginativos, colaboradores, etc., etc., siempre en lo positivo.
España es el país europeo con la mejor gente en todo lo relacionado con la convivencia. La personal y la profesional. Tal vez por eso en las encuestas del Finantial Times cuando la preguntan a los ingleses en que país les gustaría vivir España aparece en primer lugar.
Realmente es una lástima que el Sr. Rodriguez Zapatero, y su equipo, no se hayan tomado un poquito en serio este asunto de la marca país. Nos estamos diluyendo. 36 embajadas de la Generalitat de Cataluña, 15 oficinas de Extenda de la junta de Andalucía, 28 del IVEX Valenciano, y así cada comunidad tratando de promoverse como si no fuera española. ¡Un desastre!
Menos mal que, hasta ahora (excepción hecha de D. José Carreras que en el último campeonato de fútbol de Alemania dijo que como “su país” estaba en medio le daba igual, Francia que España) a ninguno de nuestros famosos le ha dado por hablar de su comunidad.
Es gratificante oír a Pau Gasol ó a Pep Guardiola hablar de que su selección es la española o a Rafa Nadal envolviéndose en la bandera Roji Gualda.
Sin ninguna duda todos construyen marca.
El problema es que nadie les explica como hacerlo mejor, ni como sacar provecho más allá de los propios triunfos deportivos, ni, tampoco como coordinarse para generar sinergia. Otra vez la falta de un “Guardián de la Marca” que fije objetivos y marque pautas.
Con toda la buena intención, que hay que aplaudir, a ELLE le ha faltado esto.
No recuerdo quien lo escribió o lo dijo, algún filosofo griego o tal vez Ulises en la Ilíada o la Odisea: “Si no sabes donde vas ningún viento te lleva”.
La revista reapsa a 44 nombres de nuestra élite social y cultural, desde Antonio Banderas a Soraya Sáez de Santamaría, pasando por Ainoa Arteta, Iker Casillas, Pau Gasol, Rafa Nadal, Montserrat Caballé, Alberto Contador, Luís Rojas Marcos. Hay que decir que se les han olvidado algunos, Fernando Alonso ó Placido Domingo ó Raúl; mucho más famosos que varios de los mencionados.
También se podría decir que la opinión de alguien relacionado con lo económico y/o empresarial hubiera venido bien para darle un enfoque más pragmático. La fama de estas personas además de “llenarnos de orgullo” debería contribuir a mejorar el aprecio global de “lo Español”, incluyendo producto y servicios.
Sin duda la sociedad civil, es decir los ciudadanos, es uno de los agentes más importantes de la marca país. Desde los más renombrados a los anónimos, todos y cada uno de los nacidos o no aquí, que habitamos en este maravilloso país.
Llevo años diciéndolo y sigo convenido, la gente es nuestro atributo más diferenciador. Tendríamos que utilizarlo como el concepto de posicionamiento estratégico. Lo dicen los estudios que se han publicado, los españoles somos los mejor percibidos en todo lo relacionado con inteligencia emocional. Somos los más afectuosos, simpáticos, generosos, apasionados (tal vez esto nos lo disputen los italianos), imaginativos, colaboradores, etc., etc., siempre en lo positivo.
España es el país europeo con la mejor gente en todo lo relacionado con la convivencia. La personal y la profesional. Tal vez por eso en las encuestas del Finantial Times cuando la preguntan a los ingleses en que país les gustaría vivir España aparece en primer lugar.
Realmente es una lástima que el Sr. Rodriguez Zapatero, y su equipo, no se hayan tomado un poquito en serio este asunto de la marca país. Nos estamos diluyendo. 36 embajadas de la Generalitat de Cataluña, 15 oficinas de Extenda de la junta de Andalucía, 28 del IVEX Valenciano, y así cada comunidad tratando de promoverse como si no fuera española. ¡Un desastre!
Menos mal que, hasta ahora (excepción hecha de D. José Carreras que en el último campeonato de fútbol de Alemania dijo que como “su país” estaba en medio le daba igual, Francia que España) a ninguno de nuestros famosos le ha dado por hablar de su comunidad.
Es gratificante oír a Pau Gasol ó a Pep Guardiola hablar de que su selección es la española o a Rafa Nadal envolviéndose en la bandera Roji Gualda.
Sin ninguna duda todos construyen marca.
El problema es que nadie les explica como hacerlo mejor, ni como sacar provecho más allá de los propios triunfos deportivos, ni, tampoco como coordinarse para generar sinergia. Otra vez la falta de un “Guardián de la Marca” que fije objetivos y marque pautas.
Con toda la buena intención, que hay que aplaudir, a ELLE le ha faltado esto.
No recuerdo quien lo escribió o lo dijo, algún filosofo griego o tal vez Ulises en la Ilíada o la Odisea: “Si no sabes donde vas ningún viento te lleva”.