Por fin hemos salido de la crisis. Lo malo es que hemos ido de “Guatemala a Guatepeor”, ahora ya estamos en una catástrofe, un suceso infausto que ha alterado gravemente el orden de las cosas. Este fin de semana unos señores, pocos; pero con capacidad, han provocado una catástrofe terrible y el gobierno parece que ha querido arreglar esa catástrofe provocando otra catástrofe, cuyo alcance aún no conocemos.
Y los unos y los otros, no importa quién sea más responsable, han abochornado a todos los españoles, ya que lo ocurrido nos molesta, ofende y avergüenza y nos hace sentir indefensos y “pringados”. Un grupo de 2.700 controladores aéreos han parado el país. El gobierno de los Sres. y Sra. José Luís Rodríguez Zapatero, Alfredo Rubalcaba, José Blanco y Elena Salgado no han sabido prever y contener la catástrofe y su solución parece que tiene lados muy opacos.
Ahora se discute quién tiene la mayor responsabilidad, pero lo que nadie discute, porque está claro, es quienes “pagarán la factura”: todos los españoles.
Los viajeros, de aquí o de donde sean, la han sufrido, y mucho, pero probablemente, salvo excepciones, para muchos terminará siendo una anécdota para contar a sus nietos; incluso con la perspectiva, que da el tiempo, divertida o, mejor, tragicómica.
Para quien no lo será es para España y los españoles. Lo ocurrido afecta de lleno a la línea de flotación de España como marca, estamos más hundidos que el jueves pasado. No sé cuánto, pero es claro que la Marca España ha perdido algo que es fundamental para una marca: credibilidad y confianza.
Además, las hemos perdido en los aspectos que más afectan: atracción de inversiones y turismo de alto standing.
Últimamente, el concepto “MARCA ESPAÑA” está en boca de muchos, pero son muy pocos los realmente conscientes de su significado. Sin marca puede haber productividad; pero nunca competitividad. ¿Con qué nos quedaríamos? ¿Con la marca Ferrari y sin su fábrica, o con la fábrica y sin la marca? Está claro que sin el nombre Ferrari, nadie tendría interés en un deportivo como ése, y menos a ese precio. La marca es el nexo de unión con los clientes, sin él NO HAY NEGOCIO.
Una Marca País es igual. Si no hay turistas, inversores o clientes para sus productos, NO HABRÁ BIENESTAR para los ciudadanos.
Este fin de semana, la Marca España ha perdido muchos clientes actuales y potenciales.
Este fin de semana, la Marca España ha puesto en evidencia que no cumple siempre sus promesas, que no es confiable. Y si una marca no cumple con “la promesa” que los clientes esperan que cumpla, se queda sin contenido.
Muchos economistas expertos han hecho números de las pérdidas directas ¿Cuánto nos va a costar en total? ¿Quién lo sabe? Si hasta ahora había algo que destacaba de nuestra marca país, era la actitud amistosa y dispuesta al sacrificio por ayudar a los demás, este fin de semana hemos desilusionado a muchos.
Y, como dice un refrán español: “Haz cien y erra una y es como si no hubieras hecho ninguna”.